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domingo, 20 de marzo de 2016

Invernal Cerro de La Camorca. 1814 mt.




Hoy teníamos en mente subir al Montón de Trigo, pero las predicciones meteorológicas que pronosticaban lluvias por doquier y los resfriados, me dejaron sola en ésta mañana de domingo de Pascua, inicio de la Semana Santa.

El Cerro de La Camorca, con una altitud de 1814 metros, muestra unas vistas preciosas de los montes de Valsaín. Del macizo de Peñalara, Siete Picos, El Montón de Trigo y La Mujer Muerta.

Para subir a éste cerro, existen dos vías. Desde el Puente de la Cantina o desde la pértiga de la Cruz de la Gallega, en Valsaín.

Con la cantidad de nieve que aún encontraré, decido subir desde el Puente de la Cantina. Aunque los dos itinerarios salen por la misma cantidad de kilómetros. Unos dieciséis, ida y vuelta.






La pista forestal nos conduce sin pérdida hasta la Fuente de La Reina, desde donde podemos subir al Puerto de la Fuenfría, ascender al Montón de Trigo y al Cerro de La Camorca.

Para ello, nos tocará bajar un poco, hasta llegar a la pradera de la Fuenfría, donde comenzaremos a ascender, pegados a la valla que nos aparece a nuestra derecha....



Los pasos de montaña, por lo general, han estado acompañados de algún lugar para refugiarse. Unos mas modestos que otros, pero cumpliendo la misión de dar cobija al caminante.
Así, en ésta pradera, se encontraba la Venta de la Fuenfría.





La subida, se hizo exigente debido a la cantidad de nieve acumulada.
Cada paso era hundir la bota, a veces, hasta la rodilla. La verdad, subí pensando en que la bajada sería mas agradecida, pero nada mas lejos que de la realidad, fue igual de exigente.... jajajajajajaj

Si alguien lee ésto y quiere subir en éstos días, le recomiendo subir con raquetas de nieve!!
O con esquís!!


Uno de los pocos momentos en los que se abrió el cielo y dejó asomarse a  la primavera, ésa estación del año que hoy comenzaba.
Pero tan sólo fue éso, un momento.

Una vez en la cima, el cielo se cubrió y la niebla y la nieve fina comenzó a caer.

Aún así, sin poder disfrutar completamente de las vistas, ha merecido la pena.
Aquí arriba una se siente libre, en paz, descansada, despejada, tranquila y contenta.




 





Arriba, en la cima, existe un pequeño refugio, con dos bancos y una estufa de leña.







Un trago de agua fresquita, una barrita de cereales y de regreso....

En la cima coincidiría con una chica, Azucena, y bajaríamos juntas. La verdad, me ha gustado encontrarme con alguien y caminar hablando.... 



Las dos hemos bajado dando tumbos, como "borrachas", intentando pisar sobre nuestras propias huellas para no terminar hundiendo de repente! (que qué mal sientan ésos pasos en los que de repente te clavas hasta la rodilla).....



Y comenzó a nevar, tímidamente.....

Espero volver a coincidir contigo, Azucena. Un beso!

¡¡¡NOS VEMOS!!!

domingo, 21 de febrero de 2016

XLIII Travesía Invernal de La Mujer Muerta.




Éste invierno falto de nieves y de hielos, no nos invitaba mucho a realizar la travesía invernal de La Mujer Muerta que todos los años realiza el club de montaña Diego de Ordás.
Pero bueno, la nevada de ésta semana cubrió de blanco la sierra y para allá que fuimos.

Toñi, Remi, Jesus, Alfredo y Emma.



Paso por control, cordadas, firmas, datos, licencias....


El camino hasta el pinar, a primera hora, se hace corto, incluso ameno,  me atrevería a decir.



El viento soplaba fuerte, levantando la nieve y formando cortinas blancas que por pequeños momentos tapaban la montaña.


La subida del pinar, siempre exigente, éste año me pareció liviana. (Creo que mi condición física es buena) jajajajja
Subimos a nuestro ritmo, constante, sin prisa pero tampoco sin pausa.


Dejamos atrás el pinar cubierto por una especie de "calima" del Sahara.....pero sin calor....


El viento era cada vez mas fuerte.
La nieve caída era en polvo y no mucha, lo que complicó la subida por el canchal.....
Dábamos los pasos lentamente, intentando descansar la bota en la huella abierta por el anterior montañero.... aunque el viento se encargaba de borrarlas rápidamente. Salirse de la ruta era como caminar por un campo minado de agujeros entre rocas, sin saber hasta donde se hundiría la pierna y con ella la posibilidad de romper algún tobillo entre las afiladas rocas....











El viento en éste punto, de mas de 80 kilómetros hora, nos tiraba al suelo, literalmente hablando y levantaba la nieve en ráfagas huracanadas que chocaban contra la cara, como si se tratase de arena fina de playa....
Como miles de pequeños alfileres lanzados contra todo aquello que no llevábamos cubierto....el daño que producía era considerable....


Algunos subían con crampones y unos pocos con raquetas de nieve.
Opino que no hacía ni para una cosa ni para la otra.
Una buena bota con agarre y punto.


El viento malamente nos dejaba avanzar....y la rodilla de Alfredo dijo que "hasta aquí y media vuelta"!!
Emma y Remi llegaron hasta La Pinareja. Alfredo, Jesus y yo, nos dimos la vuelta antes de coronarla...



La bajada no fué tarea fácil. No.
Sufrida, peligrosa y resbaladiza.
A veces, los bastones se clavaban entre las rocas, casi partiéndose en dos.... pero te daba tiempo a dar el siguiente paso y arrancarle....
Alguna caída.... bastantes resbalones....


Siempre digo que hay que saber decir "hasta aquí", cosa que mucha gente, en un afán de competencia adrenalítica se pone en peligro y continúa....
Bueno, si hubiera sido la ascensión al K2, lo mismo continuamos, porque no todos los días se sube al K2, pero tratándose de la Mujer Muerta, que la tenemos a un tiro de piedra de casa.... pues ya subiéremos otro día con mejores condiciones climáticas....


No sé cuantos nos daríamos la vuelta, calculo que cerca de la mitad....
Para todos aquellos valientes que en ésta mañana hayan logrado terminar la travesía les envío un saludo!! Jo!!!

Al año que viene..... lo intentaré de nuevo!!!!!


¡¡¡NOS VEMOS!!!

domingo, 31 de enero de 2016

Peña Citores, Refugio del Mirador del Cancho.




Nuestra ruta comienza en la Fuente de la Canaleja. 
Dejaremos los coches en el aparcamiento del puente de Los Mosquitos o de La Cantina y cruzando la portera que nos sale a la izquierda de la fuente, nos dispondremos a subir picado toda la ladera que se nos presenta.



Llegaremos a la pista forestal de la Cueva del Monje, la cruzaremos y continuaremos ascendiendo, intentando no perder de vista los escasos hitos que se mimetizan entre el paisaje.




Esta subida,  nos va ofreciendo unas vistas preciosas de nuestra sierra.
Pero ésta mañana, la niebla nos ha impedido disfrutar de ellas.


En el último trozo, antes de llegar al refugio, abandonamos el abrigo de los pinos.
La niebla nos rodea por completo.
Y la ventisca nos baja la sensación térmica varios grados de golpe.


Nos metimos en el refugio, (ocupado por una pareja que había pasado la noche),  huyendo de ése frío húmedo que nos empezada a calar.


Pudimos hacer una foto de grupo. 
La cámara de fotos, aguantó colocada entre las rocas....

Dentro, para el que conozca éste refugio, que no tendrá mas de 3 metros cuadrados, nos colocamos como verdaderas fichas de tetris, ocho personas y sus respectivas mochilas.
Comimos un tentempié y debatimos el continuar hasta Dos Hermanas, que era lo pensado desde el principio.
Pero, la niebla nos hizo darnos media vuelta y bajar. La verdad, no se veía ni a cinco metros....





La bajada, rápida. Entre algún resbalón y culetazo de algunos del grupo. Pero sin importancia.





Esta zona es preciosa.
Salvajemente cautivadora!!
Siempre que la pateo, me imagino que estoy en uno de ésos bosques de cuento, con hadas, elfos y lobos. Un bosque mágico!!
















En la última parte de la bajada, perdimos de vista los hitos... y nos vimos bajando por una zona aún mas salvaje y adrenalítica de lo normal.... lo que estuvo muy bien!! jajajajaj





A la una estábamos en los coches. Me ha resultado tan extraño el terminar tan pronto!! jajajajaj
Sin cansarme, sin apenas sudar, sin casi sufrir.....
Nunca se puede tener todo.... o, si?
La próxima subida a Citores, en un día sin niebla. Porfa!!