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lunes, 22 de diciembre de 2014

Chozo Aranguez por La Chorranca.






Mañana fría en la que nos hemos juntado para patear la que posiblemente sea la última ruta de ésta año 2.014.
Saldremos del Aserradero de Valsaín, subiremos por el Cerro del Puerco, ascenderemos a La Chorranca, justo en el punto en el que el sendero de la fuente del Ratón muere en la pista de la Cueva del Monje, remontaremos La Chorranca y continuaremos el ascenso hasta llegar al Chozo Aranguez. A los pies del canchal de Peñalara.

Distancia: 15 kilómetros.
Circular: No.
Dificultad: en ésta época del año, nos encontraremos con bastantes placas de hielo, nieve dura y diversos cruces de arroyos y ríos.



Caminamos sobre un fino manto blanco, tímido, callado, congelado.... un caminar silencioso sólo roto por el crujir de nuestras botas sobre él.



Este domingo, el día mas corto del año 2.014.
Donde el solsticio de invierno marca el inicio de la cuarta estación del año en el hemisferio norte....


No hemos encontrado nada de nieve hasta casi llegar al chozo.
Muchas placas de hielo, pero nada de nieve.
Varios cruces de ríos y riachuelos. Alguno un poco comprometido. Con rocas resbaladizas como escurridizas truchas.....


Tras coronar el Cerro del Puerco, llegamos a la pista de la Cueva del Monje, y caminaremos hasta llegar a la curva, en donde, como en un cruce de caminos, nos aparece el sendero que sube del Cenean y la Fuente del Ratón, y el sendero que sube, infinito, picado, hacia La Chorranca. Pasando por el Arroyo del Diablo.


 Salto de La Chorranca.

"Yo soy el río.
Pero a veces soy bravo y fuerte
pero a veces no respeto
ni a la vida ni a la muerte.

Bajo por las atropelladas cascadas,
bajo con furia y con rencor,
golpeo contra las piedras más y más,
las hago una a una pedazos interminables."

(El Río; Javier Heraud)



Remontamos este salto de agua, dejando atrás el tremendo sonido del agua contra las rocas, el frescor, el olor a humedad, la fuerza y la furia.


Desde lo alto de La Chorranca, vuelvo la vista atrás....
¡Cuanto me gustaría estar ahora mismo allá! 
Justo enfrente mío. 
En ése Montón de Trigo....


Caminamos por un sendero entre pinos altos, que pronto nos conduce a una pradera toda borracha de agua, en donde inevitablemente, nuestras botas se hunden levemente en cada paso....
Apretamos el paso para no mojarnos demasiado.... 



Y comenzamos a ascender el último trozo de pinar que nos desembocará justo debajo de la  Majada del Chozo Aranguez.
El viento comienza a soplar fuerte.... el ruido de las ramas es ronco y suave.... me detengo y cierro los ojos... mágicamente, me traslado hasta una playa, de arena fina, donde el sonido del mar me envuelve....


Por fin encontramos nieve. Muy dura.
Todo el sendero hasta el Chozo es una pista de patinaje. Por lo que improvisamos un sendero secundario, una vía alternativa.


Tenemos ganas de llegar al Chozo, de entrar y refugiarnos del viento congelador que nos atropella por todos los lados, queriéndose colar entre la ropa....



Aquí siempre hace aire. Es un misterio. En cualquier época del año.
Siempre corre el viento y siempre me quedo enamorada de éste paisaje, de ésta pradera a los pies de Peñalara.
Queriendo subir por ése canchal que me llama.....


Entramos en el nuevo Chozo Aranguez, ahora cálido, sin ruidos del aire entre sus grietas, con mesa y bancos, con una nueva estufa y ventanales.
Observo que han conservado el cartel que subí el día que limpiamos el antiguo chozo. Hace ya tres años...



En noviembre del 2011, fue cuando subimos a limpiar el Chozo, con todo lo que ello conllevaba....
Subir los materiales, las herramientas,  colocar y sujetar la plataforma, barrer y achicar el agua que tenía dentro, arreglar la estufa, limpiarle, barrerle y bajar toda la basura......
En un día que recuerdo lluvioso de principio a fin, con frío y mucho aire....
Remi, Emma, Ino y yo, cuatro desconocidos para todos los que posteriormente subirían y encontrarían éste cartel, sin firmar, con tan sólo un mensaje
 
Lo que escribí aquel día:   Limpieza del Chozo Aranguez.


Estuvimos almorzando, ése bizcocho de arándanos de Rosa.....y  un café calentito de Inma....



Tras arroparnos bien, para enfrentarnos de nuevo a ése viento frío y congelador que hacía fuera....
Salimos y comenzamos a bajar.... rápidos....








Resbalón tras resbalón....  y entre medias..... caminando..... llegamos a ése momento.....

Momento en el que Alfredo y yo, que habíamos decidido bajar por la ladera, comprobamos asombrados que el resto del grupo no había seguido nuestros pasos....
Y desde el otro margen del río, (confieso.... que riéndonos),  esperamos a que salvaran ésta situación y bajaran de la única opción posible.....





El camino de descenso fue deleitado por todas ésas comidas suculentas que Alfredo y Jesús nos cocinan a cada paso. 
Transportándonos.....
comidas repletas de especies, de olores y de sabores....


La mañana fría del principio, con los senderos helados,  se transformó en un paseo casi primaveral. Increíblemente extraño para ser 21 de Diciembre...



Hablamos de rutas nuevas para el 2.015, propusimos retos (que espero se cumplan)....
Soñamos con coronar algún 3.000....
con viajar a los Picos....
y nos vimos en ésas cumbres....



Belén del Chozo Arnguez.








domingo, 14 de diciembre de 2014

Alto de Poyales, 2.081 mt.






Hoy he quedado con Cristina para caminar bajo la lluvia. Con esperanzas de encontrar nieve, de pisarla, de disfrutar unas cuantas bocanadas de aire congelador, de reponer energías, de soñar entre los pinos, de impresionarnos ante los colores y los olores del monte....

Para subir al Alto de Poyales, comenzaremos a andar por el esquinazo, ésa pequeña pero intensa "pared" que te calienta los cuadricéps en menos de cinco minutos....


Caminaremos por el GR hasta llegar a Dos Cabañas, en donde seguiremos caminando, sin cruzar el puente, sin desviarnos, todo recto, infinito, ardiente sendero picado hacía arriba...




Esta parte del monte, es una de mis favoritas.
Donde los altos y rectos pinos, dan paso a un enjambre de ramas pobladas de musgo....



de brazos picudos que se entrelazan unos contra otros....


caminando por un laberíntico sendero que en ocasiones es privado de luz....



y donde parece que los árboles te observan silenciosos a tu paso....

El sendero termina ante una grandiosa pradera, toda ella borracha de agua nieve, donde nuestras botas comienzan a chapotear alegres.


El camino al Alto de Poyales, tiene pocos hitos, y muchos de los que nos hemos encontrado estaban total o en parte, caídos, por lo que Cristina a decidido ir todo el camino recolocándolos....






Superada la pradera y atravesado un pequeño bosque de bajos pinos llegamos a una serie de laderas, cerros, peñascos y riachuelos por doquier.




Esta es la vista que tenemos al volvernos sobre nuestros pasos....



A partir de éste punto, los hitos son mínimos, por no decir que no tendremos prácticamente ninguno. 
Comienza a caer bastante nieve, y la niebla también se apunta a ésta ruta.




Es increíble como todo puede cambiar en cuestión de minutos.
Cómo la montaña se transforma mágicamente y todo lo que se veía y estaba claro, desaparece, se desvanece y deja de estarlo....


Continuamos caminando, hacia la izquierda, ladera arriba.
El frío y el viento son cada vez mas intensos.
Pero, extrañamente, vamos sonrientes y alegres. No nos importa para nada todas éstas adversidades climáticas.... al contrario, nos encantan!! Nos hacen sentirnos VIVAS!!!!


Desde éste lugar, desde el Alto de Poyales, es visible (en otras épocas del año), todos los montes de Valsaín, desde Siete Picos hasta Peñalara....


Comenzamos a bajar sobre nuestros pasos. Los cuales ya son difíciles de seguir, porque están desapareciendo por momentos.... sepultados bajo una fina capa de nieve....
 

La nieve cada vez es mas intensa....
Llegando a momentos de ventisca, oscura y caótica.


Bajamos rápido, resbalándonos, dejándonos llevar por ésos toboganes que dibujan las botas cuando patinas en la nieve....


Resbalones y patinazos, como divertidos juegos infantiles....

 
Cristina acaba varias veces en el suelo....
Pero no paramos de reír y de disfrutar!!!!
 

De nuevo, nos introducimos en el bosque.... paramos a comer un pan de nueves que lleva Cristina en la mochila (buenísimo!!), un plátano, un trago de granizado de agua.... y continuamos camino hacia La Granja, hasta el Caserío de Urgel, en donde hemos dejado los coches.



 Chicos!!!! 
Animaros!!!!
 aquí arriba.... se está poniendo MUY BONITO!!!!!



Todos los años, hemos subido, por éstas fechas, aquí, al Alto de Poyales. 
Porque éste mes tiene muchas fechas importantes... los cumpleaños de Emma y de Ino.... brindar por un año nuevo de buenas pateadas!!!

Un beso a todos los que hoy no han podido estar aquí arriba. Pero que el año que viene, prometen si estarlo!!! jajajajajjajaja


¡¡¡NOS VEMOS!!!