Lo mejor de la entrada de la primavera, es el cambio de hora.
Pero me hice un verdadero lío con si era atrasar o adelantar el reloj..... como consecuencia, estuve una hora esperando a Alfredo.
(Serán cosas de la edad??) jajajaja
Por lo que aproveché a pasear por el sendero que sale del puente de La Cantina o de Los Mosquitos. Llamado así porque un poco antes de llegar a él, bajando del Puerto de Navacerrada, a mano izquierda de la carretera CL-601, se encuentran las ruinas de la Venta de los Mosquitos, construida en 1.788, y en donde paraban los carros que transportaban grandes cubas de vino hacia La Granja y Segovia.
En ésta venta se cambiaba el tiro a los carruajes y los viajeros hacían un alto en el camino.
La venta terminó sus días como casa de la Guardía Civil, estando en funcionamiento hasta 1.913
Nuestra ruta comienza en el aparcamiento situado en la fuente de la Canaleja, junto al Puente de La Cantina. Atravesaremos la portera que vemos al fondo de la fotografía, caminaremos por el sendero unos cien metros y comenzaremos a ascender el pinar. Todo picado, hacía arriba.
La primera parte de nuestra ruta, discurre entre un robledal que te envuelve y te hace soñar....
Sólo se escuchan nuestras botas, jugueteando a cada paso con la hojarasca.
Mágico y enigmático...
callado y solitario....
Al terminar al robledal, llegaremos a una pista asfaltada. La cruzamos y continuamos con nuestra subida.
En ésta parte de la ruta, encontramos la fuente de Los Ceniceros.
Para dar con ella, deberemos desviarnos hacia la izquierda.
Sale bastante agua, incluso en verano.
Esta ruta es una de las mas bonitas que podemos hacer, aunque es exigente, es muy agradecida, pues continuamente disfrutamos de unas vistas de la sierra de Guadarrama y de los Montes de Valsaín.
Montón de Trigo.
Alto de Guarramillas.
Siete Picos.
Llegados a éste punto, nos queda afrontar la parte final y mas empinada de la ruta.
Seguiremos continuamente los hitos, puesto que es muy fácil despistarse y nos sería complicado concluir con éxito.
Encontramos nieve dura, pero que se deja caminar con bota sin problema.
El viento comienza a ser bastante fuerte, frío y molesto.
No nos esperábamos éste cambio con el día que abajo hace.... pero la montaña es así. Nunca sabes lo que te aguarda. Y todo puede cambiar en cuestión de minutos.
El cielo se tornó gris y el viento soplaba rabioso. Encontramos alguna placa de hielo.
Peñalara al fondo.
Nuestra intención era continuar hasta Dos Hermanas y de allí a Peñalara, puesto que ésta ruta es la mas corta para hacer cima en Peñalara, claro, tiene su pendiente!!
Habíamos tardado escasamente hora y media en ascender hasta aquí. Hasta Peña Citores.
Nos apresuramos a entrar en el reformado refugio del Cancho.
Que lucía unas enfoscadas paredes, y unos bancos de madera en su interior.
Decidimos bajar, aún mas deprisa (si ésto era posible) que lo que nos había llevado en subir.
(Decir, que fue posible!!) jajajajaj
Segovia.
Bajamos hablando.
Preparando rutas en nuestras mentes.... (que espero se realicen!!) jajjajaj
¡¡¡NOS VEMOS!!!
¡Hola Toñi! Bonita y primaveral entrada, aunque la nieve aún se resiste a marchar.
ResponderEliminarSaludos.
Me da la sensación de que tienes especial cariño a la Peña Cítores y a este itinerario en concreto, así que, como por algo será y como lo hice en bajada este invierno, huyendo de la niebla de la cumbre, me parece que "seguiré el sendero" este próximo domingo y me acercaré en busca de ese atractivo que los pinares de Valsaín guardan para quienes por ellos se adentran. Salud y Montaña, Toñi.
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