* Camino de Las Pesquerías.

Aunque es Octubre, y a mediados, el tiempo está extrañamente caluroso, haciendo un guiño al otoño y ganándole la partida, nos brinda tardes espléndidas para pasear y perderse por los senderos...

Esperando a que mi rodilla mejore, poco a poco.
Agónicamente veo suceder los días, uno tras otro....
He comenzado a realizar salidas cortas, casi ridículas, pero sin dolor....

Puente de Segovia.

Este tramo desconocido del camino de Las Pesquerías, sólo podemos transitarle y fotografiarle cuando la falta de lluvia deja seca la cola del pantano, y el río Eresma se descubre tal y como era, con su cauce genuino, serpenteante culebrilla que nos hace mirar a la Sierra de Guadarrama y descubrir sus montañas.

Tramo de camino que durante todo el año está sumergido bajo las profundas aguas del pantano.

El paseo nos durará hora y media, sólo realizaremos un tramo, aunque se puede continuar río arriba.
El Camino de Las Pesquerías, comprende nueve kilómetros, desde el Puente de Segovia hasta la confluencia del Arroyo Minguete y el Arroyo El Telégrafo.

En el fondo del pantano.

¿por qué se llama camino de las pesquerias?, me han preguntado mis hijas.

Carlos III ha pasado a la historia con dos imágenes contradictorias; el rey laborioso que hizo de Madrid una gran capital, impulsó el comercio y las industrias, y construyó mas caminos que nadie desde tiempos de los
romanos; y por otro lado, el mayor trotacampos del reino, su mayor afición era salir de caza o de pesca. Hasta tal punto, que no podía estar tres días seguidos sin salir al campo, a la montaña, o al río.
(En ésto creo que me parezco a éste monarca, claro, sólo en ésto....en querer salir a la montaña.... ajajjajajaja)

El muro de piedras que se aprecia a la derecha existía

a lo largo de todo éste camino, siguiendo fielmente el cauce del río.

Caprichoso o no, Carlos III mandó construir éste camino enlosado de nueve kilómetros, sólo para que él subiera con su caña por la orilla del río Eresma, desde La Granja hasta la cabecera del río, a través de los robledos, praderas y pinares de Valsain. Mandó allanar en forma de aceras las tortuosas y quebradas orillas, con escalones de piedras y de césped. Las obras se realizaron entre los años 1.767 y 1.769.

Muro de piedras.

Mas escaleras que dan acceso a unas pozas naturales.

Pozas profundas en donde las truchas abundan.

Y nos han regalado algún que otro salto,

cual delfín en el océano....

Me ha dado pena encontrarme todo seco, sin agua, sin color....
Casi agradezco no poder salir en bici por los senderos, pues están secos, la tierra es fina harina que levanta un polvo pegajoso a cada paso, y de las fuentes, no sale ni un mísero hilo de agua....

foto tomada el 15-10-2011

foto tomada el 02-07-2011

Estas dos fotos tan sólo las separan tres meses.

Ansío que llegue la nieve, y con ella, la vida a la montaña...

Para entonces, espero estar totalmente con mi rodilla al 100%, y subir con Ino.

  Un beso.